Cantera de Topley Pike

La necesidad de modificar la instalación surgió de los problemas relacionados con el mantenimiento no planificado, las averías y la necesidad de mejorar la eficiencia operativa de la antigua instalación con bombas accionadas por un generador diésel. Los centros experimentaron un alto índice de fallos con reparaciones costosas; se propusieron planes para aumentar la capacidad y permanecer operativos durante todo el año.

El tamaño de las bombas sumergibles requería un NPSH de 3-4 metros de presión positiva de entrada; esto sólo era posible bajando las bombas a una posición sumergida que succionara las rocas y los sólidos pesados del fondo del lecho. Utilizando las bombas por encima de este nivel, se experimentaron fenómenos de cavitación.

Se necesitaba una solución para reducir el tiempo de inactividad, los gastos de mantenimiento y las costosas averías. Cuando un motor sumergible convencional falla, no siempre es rentable repararlo en comparación con la compra de una bomba nueva.

En lugar de sustituir lo viejo por lo nuevo, se aplicó una política para tratar de reducir el LCC global, reduciendo la obsolescencia y la acumulación de chatarra y mejorando la eficiencia para una mayor flexibilidad de la instalación.